El tramo de la cuenca del Miño que hoy ocupa la Denominación de origen Ribeiro estuvo destinado al cultivo de la Vid probablemente desde los primeros siglos de nuestra Era. Esa circunstacia motivó que, con el florecimiento del monacato cisterciense en Galicia (s. XI) pasase toda ella a señorío eclesiástico, dependiendo de los grandes monasterios (Celanova, Melón, Sal Clodio y San Martín Pinario, en Santiago de Compostela).
Desde esos lejanos tiempos Razamonde fue señorío eclesiástico del Monasterio de San Martín Pinario con derecho al aprovechamiento de los frutos (el vinos, frutas, etc.), de los impuestos y de la concesión de otros derechos señoriales (barcaje, pesca, establecimiento de molinos, etc.), con la única obligación de mantener los servicios religiosos (la cura de almas de la parroquia).
?San Martín Binario y Rey Sancho IV de Castilla
La gestión de tal amplio patrimonio rústico se efectuaba a través de la fórmula jurídica del foro, especie de arrendamiento de largo plazo (con una voz, dos voces, tres voces), desdoblando la propiedad, de manera que el Monasterio se reservaba el dominio directo y el dominio útil pasaba a los foreros, que lo transmitían por herencia.
Llegado el tiempo de la desamortización (1835), del señorío originario sólo quedaba la finca que hoy pertenece a la sociedad. Su permanencia indivisa se explica porque era cultivada directamente por el propio Monasterio de San Martín Pinario a través de la figura del Priorato. El monasterio nombraba a los encargados (habitualmente monjes), que vivían en la finca para responsabilizarse del cultivo de la misma. Estas viviendas y construcciones auxiliares son en las que hoy se asienta la bodega, las oficinas y la tienda de esoterismo.
En la documentación de San Martín Pinario se conserva el contrato de venta efectuado en 1287 por el Rey Sancho IV de Castilla a favor del Monasterio de San Martín Pinario, en la que aparece la finca descrita con sus actuales linderos.